Musicales


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Con cuanta expectación y miedo he estado esperando esta película, la adaptación más esperada de mi musical favorito. Esto es peligroso porque la decepción puede ser irremediable.

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El musical de Los Miserables es una adaptación de la novela del mismo nombre, escrita por Victor Hugo a mediados del siglo XIX. Cuenta la historia de Jean Valjean, un preso liberado tras 19 años en prisión, que rompe la condicional para poder comenzar una nueva vida. Pero siempre tendrá pisándole los talones al inspector Javert, defensor a rajatabla de la ley, que no cree en la reconversión del hombre y lo perseguirá a lo largo de los años, 17 años concretamente.

Valjean adoptará a la pequeña huerfana Cossette, con la que huirá a París, ciudad en la que años más tarde se producirá La Revolución de 1832, de la que también seremos testigos.

La historia recoge temas como la compasión, el amor, la pobreza y miseria, la rebeldía y la lucha en pos de unos ideales.

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Se trata de un retrato crítico de una época, y en él aparecen todo tipo de miserables, arrastrados a su vida marginal por circunstancias ajenas a ellos, y cada uno afrontará la vida que le ha tocado vivir a su manera.

El musical en escena es impresionante por varios motivos aparte de la historia, bastante compleja para una representación teatral. La música es una delicia, con canciones preciosas y una partitura que pone la piel de gallina por momentos. La puesta en escena consigue que casi olvides que se trata de un teatro gracias a los escenarios y los juegos de luces y sonido. Y si a ello sumas una voces potentes, la emoción está asegurada.

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La adaptación la dirige Tom Hooper, artífice de la premiada «El Discurso del Rey«, amante de los primeros planos desplazados a un lado del cuadro. Y lo que destaca precisamente de la película son los primeros planos para acentuar quizás la miseria de los personajes y que los actores consigan sus nominaciones a los Oscar.

He prometido no ser demasiado mala con esta crítica, así que me voy a contener y reconoceré que una de las ventajas del cine es que podemos acercarnos a los personajes gracias al primer plano. Gracias al primer plano podemos sentir el agobio del personaje, su angustia. Es un plano muy íntimo y es todo un reto para el actor mantenerlo por sí solo.

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Pero un abuso del primer plano hace que te olvides de la magnificencia de lo que ocurre alrededor del personaje; no te deja respirar hondo. Y vale que los personajes lo pasan muy mal, pero no es necesario el exceso (la mucho cansa, ya se sabe). Por otro lado, tantos dólares para decorados, incluso para vestuario que se van a ver poquísimo.

Pero bueno, es la marca de la casa del director y es lo que tiene elegir que dirija la película un director con rasgos tan específicos.

Para esta adaptación se ha utilizado por primera vez la voz en directo de los actores en lugar de hacerles grabar las canciones meses antes del rodaje en un estudio. De esta manera, se recoge la emoción de la actuación, casi como en el teatro. Me parece algo muy innovador y arriesgado, que le da un toque de realismo a pesar de que sea un musical. Pero esto es un arma de doble filo porque no todos dan la talla en directo, y no hubiera visto mal que aquellos que lo tuvieran más difícil se doblaran más tarde en postproducción. Por ejemplo, Russell Crowe. Cada vez que cantaba me sacaba de la película, con una voz sin emoción, sin melodía. Javert ha de tener una voz potente, que resuene bien alto, casi como un trueno. Crowe fue una mala elección de casting, con todos mis respetos hacia el actor, no le debían haber ofrecido el papel ni él tenía que haberlo aceptado.

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Por otro lado, algunas canciones, por querer darle ese realismo depresivo, teniendo a los actores con los ojos rojos y llorando casi toda la película, no suenan como tienen que sonar, con su melodía si no casi habladas. Estoy a favor de la innovación, pero quiero ver un musical y quiero que la música y las canciones suenen bien. Si quiero realismo extremo, no iré a ver un musical, veré alguna adaptación de las miles que hay, sean buenas o malas.

Me dio la impresión en el cine de que la música sonaba descafeinada, sin potencia. «At the end of the day», «Do you hear the people sing?», «One day more», que piden a gritos mucha gente en el coro, parecía que no despegaran, que hubiera que subir el volumen o algo así (fui al Kinepolis y no creo que tuvieran problemas de sonido).

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Pero no todo ha de ser negativo. Anne Hathaway está estupenda como Fantine, consigue aunar su actuación realista y trágica con su voz, sin que se pierda demasiado el tono de la canción que interpreta, si no al contrario, va cogiendo fuerza y se apodera de la canción de forma muy bella. Los niños son una delicia, y me sorprendió Eddie Redmayne, que interpreta a Marius, cuyo «Empty chairs and empty tables» es sobrecogedor, al tiempo que podemos contarle las pecas gracias a los primeros planos que le dedica el director.

Hugh Jackman me gustó más como actuaba que como cantaba y eso que soy fan de sus numeritos de los Oscars, pero su interpretación le robaba la voz. Sacha Baron Cohen y Helena Bonhan Carter como los Thenardier no me convencieron demasiado, en el teatro me reí más con estos personajes y aun no entiendo que pintaba Santa Claus en el número de «Master of the House».

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Me ha gustado que añadieran detalles del libro que el musical originariamente eludió, y me parece correcto el cambio del final de sustituir a Eponine por el Obispo de Digne, ya que es más lógico aunque el duo Fantine/Eponine pusiera los pelos de punta.

Y termino quejándome de los subtítulos de las canciones. No han traducido las canciones, simplemente han copiado y pegado las letras del musical en castellano. No voy a entrar en si la adaptación en castellano es buena o mala, pero que no lo utilicen para la película porque no dicen lo mismo. Se pierde la belleza de las letras en inglés con esa traducción, las bellas comparaciones, analogías que se utilizan, y desde luego, se simplifica por tanto la «traducción». Porque no es traducción lo que han hecho. Espero que se queje de esto mucha gente y que no lo dejen así cuando editen el DVD.

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Espero no haber resultado demasiado negativa. Me alegra que a la gente le esté gustando y descubriendo el musical gracias a la película. Me parece una adaptación muy innovadora y por ello ya la respeto. Pero en mí caso, me quedo con su versión teatral (y en Londres, claro).

Y recomiendo a todo el mundo el concierto del 10º aniversario, que es mi referente de voces, por algo se le llamó a ese concierto con el sobrenombre de «Dream Cast».

En primer lugar, creo que el trailer de la adaptación de Les Miserables al cine bien merece una entrada, aunque sea un poco tarde. Tengo grandes expectativas puestas en la peli, y eso no es bueno, pero al menos el trailer pinta bien. Y me gustó algo que leí sobre la utilización en determinados momentos de las voces en directo mientras se rodaba, para que las canciones tuvieran más sentimiento (como en el musical).

En fin, el 28 de diciembre ya podremos juzgar si hace justicia o no al Musical.

Y de paso posteo otro trailer que ha salido recientemente sobre la nueva adaptación de Anna Karenina, dirigida por Joe Wright y protagonizada por Keira, como no.

Visualmente es muy bonito, y es lo bueno de este director, que al menos si la historia no te gusta te puedes recrear y disfrutar con las imágenes. La verdad, tengo curiosidad por verla.

Y nada más, una entrada bien corta para al menos saludar y demostrar que sigo viva 🙂

Sophie (Amanda Seyfried) vive con su madre soltera, Donna (Meryl Streep), en una idílica isla griega, donde ella regenta un hotel; tiene 20 años y está a punto de casarse.  Pero su deseo es que su padre la lleve al altar. El problema es que no sabe quién es. Tras leer el diario de juventud de su madre, descubre que hay tres posibles candidatos, Harry (Colin Firth), Sam (Pierce Brosnan) y Bill (Stellan Skarsgård), y en secreto los invita a la boda.  Con ello, hará que renazcan viejos amores, que se creen nuevas alianzas y que su madre se vuelva histérica, pues no sabe qué hacen esos tres antiguos amantes de repente en la isla con la boda a punto de celebrarse.

Todo esto está aderezado con canciones de ABBA cantadas espléndidamente por los actores, en un despliegue de colores y buenas vibraciones que contagian al público, haciendo que desees levantarte de la butaca y ponerte a cantar esas viejas canciones tan conocidas y a bailar con ellos.

Todos los actores están maravillosos, destacando Meryl Streep con la que realmente exclamas “Mamma mia!” porque la mujer tiene una energía y una agilidad envidiables. Sus dos mejores amigas en la película, Tanya (Christine Baranski) y Rosie (Julie Walters) también están fantásticas y están muy divertidas. La verdad es que da la impresión de que se lo pasaron bomba rodando la película y los números musicales. A destacar también la hija en la ficción de Meryl Streep, Amanda Seyfried, vista en película de adolescentes, que aquí brilla con luz propia alejada de la imagen de típica rubia tonta. Y qué decir de los tres posibles papás…  pues que están guapísimos y graciosísimos.

En fin, que me ha encantado; es de esas películas que sales del cine con una sonrisa tonta en la boca y no desaparece hasta que te vas a dormir.  Bueno, sales con la sonrisa y cantando “Mamma mia!”. Por cierto, un detallazo los títulos de créditos, no tienen desperdicio.

Pues eso, si queréis pasar un rato divertido y olvidaros de vuestras preocupaciones, id a ver “Mamma Mia!”.

 

Trailer:

Hacia tiempo que quería ver este musical, considerado el «Hair» de los 90, y hoy por fin he tenido la oportunidad. Me han gustado las canciones, y con ellas la historia tenía potencial, pero como película no ha dejado una gran huella en mí, no destaca especialmente por nada, ni escandaliza, ni me ha emocionado demasiado y eso que iba bien dispuesta. Pero bueno, no está mal.

Rent está basado en la ópera de Puccini, La Bohème, y trata de la vida de un grupo de amigos bohemios que malviven en el East End de Nueva York, dedicados a su arte. Por un lado, tenemos a Roger (músico) y Mark (cineasta en potencia) que comparten un apartamento del que se niegan a pagan el alquiler (de ahí el título del musical, Rent, alquiler en inglés) porque están sin blanca y porque el dueño, Benjamin, un ex-amigo les prometió no cobrarles aunque ahora se retracta de ello. Roger es seropositivo y desea escribir una gran canción antes de morir, y desde que su novia se suicidó (después de decirle que tenían SIDA) no ha vuelto a tocar su guitarra. Y Mark ha decidido grabar un documental sobre sus amigos mientras intenta superar que su novia, Maureen, le dejara por otra mujer, Joanne. Por otro lado, llega a la ciudad un viejo amigo de ambos, Tom Collins, que es asaltado en las calles y socorrido por Angel, un travesti con VIH, y ambos se enamoran. Por último, tenemos a Mimi, bailarina de un club y la inquilina del piso de abajo, adicta a la heroína, con la que Roger vivirá una historia de amor.

Visto así parece que la historia vaya a ser difícil de digerir por su dureza (prácticamente todos los personajes son portadores de VIH) y que todo termine fatal, pero al contrario; a pesar de la condición de los personajes, la mayoría de las canciones son un canto a la vida, a la esperanza, y a vivir el momento. Y aunque no os contaré el final, os diré que termina mejor de lo que esperaba.

El musical se estrenó originariamente en Broadway en 1996, y fue compuesto por Jonathan Larson, que murió la víspera de su estreno. La obra ganó cuatro premios Tony (los oscars del teatro norteamericano) y el Premio Pulitzer. Y fue uno de los primeros musicales que trataba de forma abierta el tema de la homosexualidad y el SIDA, y a día de hoy, es el séptimo musical con más tiempo representándose en Broadway (el número 1 es El Fantasma de la Ópera). Para la película, la mayoría de los actores originarios del musical retomaron sus papeles para el cine, excepto dos (los personajes de Joanne y Mimi).

Lo mejor: las canciones y los actores.
Lo peor: la sensación de que podría haber estado mejor.

FRASES:
Roger (canción): Encuentra la Gloria más allá de las luces baratas y coloridas; en una canción antes de que se ponga el sol; la Gloria en otra vida vacía, el tiempo vuela… el tiempo muere.

Collins, Mark, Angel y Mimi (canción): Sólo existe el ahora, sólo existe el aquí. Entrégate al amor o vive con miedo. No hay otro camino… no hay otra manera. No existe otro día mas que éste…

Mimi: Una vez, un skinhead le molestaba y él se giró hacia él y le dijo, «Soy más hombre de lo que tú serás y más mujer de la que tú nunca tendrás.»

Mimi (canción): El corazón puede congelarse o puede arder. El dolor cesará si puedo aprender… que no hay futuro. No hay pasado. ¡Vivo este momento como si fuera el último! Sólo estamos nosotros… sólo está esto. Olvida el remordimiento o te perderás la vida. No hay otro camino… no hay otra manera. No existe otro día mas que éste…

Os dejo unos videos. Lástima que no haya muchos videos subtitulados, porque así os pondría las canciones que más me gustan, pero al menos, la primera, que está muy bien, y de hecho es la más famosilla, sí lleva subtítulos. Su título, «525,600 Minutes«:

Es la única canción cantada en escenario, lo que recordaría el origen del musical.

Trailer:

Y «Another Day», una de las canciones que más me gustaron (sin subtitular):

La Vie Boheme (subtitulada):
http://es.youtube.com/watch?v=gMXKiBEWE4s

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Demon me recomendó esta película porque sabe que me gustan los musicales y porque quizás me atrajera cierta parte de la historia, así que haciéndole caso, le di una oportunidad y me ha gustado lo bastante como para querer hablar de ella en el blog, que hacía tiempo que no actualizaba.

El principio de la película me dio esperanzas de que podía gustarme: durante el desalojo de una casa okupa, un grupo de okupas se burlan de los polis desde una azotea al ritmo del «Aserejé». A pesar de mis prejuicios hacia esa canción, la escena me encantó, recordándome en parte de «Hair«. Luego se nos trasporta al hogar de una familia española media sevillana y los problemas de comunicación entre el padre de familia, Luís (Antonio Dechent) y las tres mujeres de su vida: su madre, su mujer y su hija. Durante la Nochevieja, estos problemas llegan a su culmen y las tres deciden abandonarle. Su mujer, agotada por la falta de reconocimiento ante su continuo esfuerzo por hacer funcionar la casa, se va a un monasterio a meditar y buscar la paz que no encuentra; su madre, enferma de cáncer a la que quieren ingresar en una residencia, se marcha a Sitges con dos okupas, y la hija, enamorada de uno de ellos e incomprendida en su casa, se marcha por su cuenta también a Sitges. Por su parte, Luís contrata a un detective privado, Manolete, para que le ayude a buscarlas.

Durante el desarrollo de la historia, que mezcla el drama y la comedia, se incluyen números musicales, en los que los protagonistas se lanzan a cantar (en playback, claro) canciones que van acorde con lo que sienten en ese momento; unas son conocidas y otras son nuevecitas para la peli. Y tengo que decir que lo mejor de la película, para mí al menos, han sido algunos de estos números musicales, como el de «Melancolía», el «Aserejé» del principio, o «Tu frialdad». Los actores están correctos, unos más que otros. El personaje más carismático es El Utrera (Raúl Arévalo), el okupa buenazo e inocentón; el detective Manolete (Manuel Morón) tiene las escenas supuestamente más graciosas, y aunque te ríes con él, su parte se hace demasiado larga en algunos momentos; Lola Herrera que interpreta a la abuela no me sorprendió ni me emocionó su parte, que se supone que es la más triste; y la actriz que hace de hija tiene una cara muy melancólica que queda muy bien en buena parte de la cinta, aunque le falta algo de nervio.

En cuanto a la historia, me pareció demasiado sentimental y azucarada, sobretodo hacia el final, que se hacía un poco inverosímil, pero en su conjunto, el planteamiento no está mal. Pero se salva por las canciones y números musicales, que por cierto, tienen prácticamente todos un aire de flamenco modernillo muy chulo.

En fin, que si queréis saber por qué se frotan las patitas… ved la película. La respuesta es perfecta en el momento en que se da.

Trailer de la película:

Uno de mis momentos favoritos de la película(Melancolía):

Tevye es un humilde lechero judío que vive en Anatevka, una pequeña aldea de la Rusia zarista de principios del siglo XX. Bendecido con cinco hijas, una esposa mandona y un caballo cojo, es testigo de cómo el mundo que le rodea va cambiando y derrumbándose; su situación y la de su pueblo es como la de un violinista en el tejado, tambaleándose tratando de guardar el equilibrio. Para empezar, su hija mayor se niega a aceptar al marido que él ha elegido para ella; al mismo tiempo, llega al pueblo Perchik, un joven idealista revolucionario que congenia con Tevye y trata de difundir la idea de que ha de producirse un cambio tanto en las tradiciones como en la política del país.
Pero a pesar de la pobreza y circunstancias, Tevye se toma cada bache con sentido del humor, dejando ver su gran bondad y amor que siente hacia los suyos, y desde su aparición, Topol, con su gran presencia, carisma y actuación, se gana de inmediato la simpatía del espectador.

Esta película posee una gran fuerza visual y emotiva, además de tratarse de un magnífico musical. Aunque puede que la canción más famosa sea aquella de «Si yo fuera rico», lo cierto es que todas las canciones son preciosas y un deleite para los oídos y los números musicales cuadran perfectamente con el tono de la historia. Y la historia, aunque sencilla, está narrada de forma tan cuidada, que llega a tocarte la fibra sensible en más de una ocasión. Y lo bueno, es que nunca falta el sentido del humor, tanto en las escenas como en los diálogos.

Todos los actores están muy bien en sus papeles aunque el protagonismo absoluto se lo lleva Tevye-Topol, que como he dicho antes, se mete al espectador en el bolsillo. A este actor no lo he visto en otra película pero si lo hiciera no creo que lo reconociera pues es de esos actores que relacionas solo con una película en los que actor y personaje se funden en uno. Creo que la mayoría de los actores que aparecen procedían del teatro así que no hay ningún famoso, aunque se puede ver a un jovencito Starsky de «Starsky y Hutch», interpretando a idealista Perchik.

El director, Norman Jewison, tenía cierta experiencia en rodar musicales, y no paró aquí; su siguiente película sería «Jesucristo Superstar», que ya he comentado dos entradas atrás. «El Violinista…» estuvo nominada para cinco Oscars, de los cuales se llevó tres, pero ninguno para Jewison ni Topol, aunque si ganaron sendos Globos de Oro; en cambio, John Williams sí se llevó la estatuilla a casa por adaptar la magnífica música para la gran pantalla. El musical de «El Violinista en el Tejado» está basado en la obra del escritor judío Sholom Aleichem (1859 -1916), «Tevye el lechero», quien describía con su peculiar sentido del humor de las risas a través del llanto la vida de los judíos en las comunidades tradicionales. Aunque ni Tevye ni la aldea de Anatevka existieron de verdad, están basados en personajes y lugares reales, así como los hechos que se narran hacia el final de la película.

El rodaje se llevó a cabo en Yugoslavia, por expreso deseo de su director, que no quería filmar en EE.UU., sino darle un cariz auténtico a la historia, evitando los decorados lo máximo posible. En la antigua Yugoslavia comunista encontró aun aldeas cuyo modo de vida parecía no haber evolucionado desde hacía siglos, que ni sabían qué era Hollywood ni habían visto en su vida una cámara de cine. El rodaje se alargó más de lo previsto, al igual que el presupuesto, debido al clima, que nunca se ajustaba al deseado. Pero el resultado valió la pena, convirtiéndose esta película en un clásico del cine.
FRASES:

TEVYE: Un violinista en el tejado. Suena de locos, ¿no? Pero aquí, en nuestra pequeña aldea de Anatevka, podría decirse que cada uno de nosotros es un violinista en el tejado intentando entonar una dulce y sencilla melodía sin romperse la crisma. No es fácil. Quizás os preguntéis por qué aguantamos ahí si es tan peligroso. Bien, aguantamos porque Anatevka es nuestro hogar. ¿Y cómo mantenemos el equilibrio? Eso puedo decíroslo en una sola palabra: ¡Tradición!

FYEDKA (presentándose a Chava): Soy un chico agradable, encantador, sincero, ambicioso, muy listo… y muy modesto.

PERCHIK: El dinero es la plaga del mundo.
TEVYE: Que el Señor me golpee con ella. Y que nunca me cure.

TEVYE (a Dios): Lo sé, lo sé. Somos el pueblo elegido. Pero, de vez en cuando, ¿no podrías elegir a algún otro?

TEVYE (a Chava): Como dice la Biblia «Cada uno debe buscar en los suyos». En otras palabras: un pájaro puede enamorarse de un pez pero ¿dónde construirían un hogar juntos?

TEVYE (a Golda): Calla, mujer, antes de que me enfade, porque cuando me enfado ni las moscas se atreven a volar.

Y ahora el trailer:

Ahora no recuerdo por qué, hace muchos, muchos años, le pedí a mi madre que me comprara la banda sonora de Jesucristo Superstar. Por más que busco el motivo no lo encuentro. Puede que fuera por algún cd de recopilación de canciones en la que habría alguna de este musical que me llamaría la atención. El caso es que desde entonces – ya hará unos 10 años, si no más – lo he escuchado cientos de veces y lo he defendido siempre a capa y espada. Pero nunca había visto la película y era una espinita que tenía. Hace unas semanas, la echaron por la tele e intenté verla, pero estaba tan cansada que me dormía; me iba despertando cantando las canciones, pero me volvía a dormir (es lo que tiene ser una mujer trabajadora jaja). Pero este viernes la volví a pillar por la tele, esta vez a una hora más razonable, y por fin pude verla entera. ¿Qué puedo decir? Me encantó aunque no lo esperaba, pues no sabía si el planteamiento de la película iba a gustarme. Pero me emocioné, principalmente por la música y como la interpretan los actores.Le robo el argumento a la web del plus.
Un grupo de jóvenes, con aspecto hippie, llega en un autobús al lugar don
de van a representar los últimos días de la vida de Jesucristo. Inmediatamente, comienzan a cambiarse de ropa para la representación. A partir de ahí, se cuenta la historia a través de los ojos de Judas. Éste manifiesta su percepción de que los seguidores de Jesús se han vuelto fanáticos, ungiéndolo como un dios y convirtiendo sus palabras en profecías. Se representan diferentes episodios: con los apóstoles, con los sacerdotes, con los romanos, con los leprosos, en el templo convertido en mercado donde no faltan las prostitutas, las pipas de marihuana, la venta ilegal de armas, las postales típicas… Después del episodio del templo, cuando Jesús pierde el control ante los mercaderes y destroza los tenderetes, Judas, decepcionado, está más que convencido de que el nazareno no es más que un hombre y piensa que, por la reacción que genera ante la masa que lo proclama salvador, se ha vuelto peligroso, por lo que debe ser detenido. Por esto, acude a los sacerdotes, que piensan como él, y les da toda la información que necesitan para detener a Jesús. Después de conducir a los soldados al huerto de Getsemaní, y ver el desarrollo de los acontecimientos, Judas se da cuenta de que ha sido sólo un instrumento de Dios para hacer cumplir el destino de Jesús. Furioso porque el nazareno será recordado como una «superestrella», Judas se suicida. Jesús, tras ser detenido, es juzgado y condenado a morir crucificado. Una vez muerto Jesús, y sin que veamos su resurrección, finaliza la representación de cómo fueron sus últimos días. Todos vuelven al autobús para cambiarse y emprender el viaje de vuelta, pero falta un actor, el que hacía de Jesús no está entre ellos.La música está compuesta por Andrew Lloyd Webber (El Fantasma de la Ópera, Evita, Cats…) y la letra está escrita por Tim Rice (que ha escrito algunas de las canciones más famosas de Disney), y el resultado es una obra poderosa, con gran emoción y fuerza en sus canciones. El musical se terminó en 1971, y se grabó primero en un album antes de llevar a cabo su representación en teatro. En el album conceptual, el papel de Jesús era interpretado por Ian Gilliam, cantante de Deep Purple, pero cuando en el 73 Norman Jewinson (director, entre otras, de «El violinista en el Tejado») le propuso repetir para la película, éste prefirió irse de gira con su banda, y fue sustituido por Ted Needley. Carl Anderson interpreta a Judas, e Yvonne Elliman a Maria Magdalena, ambos repetían sus roles del teatro.El musical, desde su aparició n como album, cosechó un gran éxito entre el público, y la película fue un hit en su tiempo, vendiendo un gran número de copias de la banda sonora. Pero como era de esperar, también recibió críticas, sobretodo de grupos conservadores católicos, que ponían el grito en el cielo por la forma en la que se presentaban los últimos días de la vida de Jesús, y por mostrar solamente su faceta humana y no divina. Y aunque sea verdad, esto es un acierto, porque permite que el musical llegue a más personas, es decir, que no hace falta ser católico o creyente para disfrutar de él.Tanto Judas como Jesús están fantásticos en sus papeles, interpretando sus canciones de forma desgarradora y llegan a poner los pelos de punta. El duelo interpretativo de ambos en la escena de la Última Cena es genial; la famosa canción Getsemaní, en la que Jesús pregunta al cielo por qué ha de morir y grita desesperado, es sobrecogedora; sin contar la de «Jesus Christ Superstar» interpretada por Judas y su coro de féminas, que es de lo más subrrealista y vibrante.
La puesta en escena de las canciones y de toda la película en general, es muy original. Se rodó íntegramente en Israel, y no se usan decorados, sino que las propias ruinas de templos, anfiteatros y los desiertos sirven de escenario para una historia que mezcla un tiempo histórico con el actual de la época en que se rodó. Jesús viste con
su túnica blanca, pero el resto de personajes no renuncian a su vestuario hippie, y los pantalones de campana se ven por todas partes. Los soldados romanos, unos llevan cascos y lanzas, pero otros portan metralletas. Herodes lleva gafas y atuendo de playboy, y mientras canta su séquito «palacial» baila estilo años 20. Vamos, que todos esto hace que no te deje indiferente, para bien o para mal. En mi caso, ha sido para bien. Si no, no estaría ahora escribiendo esto.El musical se ha seguido representando en los teatros, y en el año 2000 se rodó otra versión cinematográfica, pero con un aspecto mucho más teatral, ya que parece que los escenarios son los propios del treatro, y eso sí, los actores son los mismos que en ese momento estaban representando la obra en Broadway. El montaje se adapta a la actualidad, y si en los 70, vestían como hippies, en esta nueva representación, llevan pantalones anchos y chupas de cuero, demostrando que el musical es tan actual ahora como lo era antes. Aunque personalmente prefiero la versión de los 70, ¿acaso no se dice que Jesús fue el primer hippie de la Historia, jeje?Yo ya me he quitado mi espinita, y ahora solo me queda clavárosla a vosotros.

VIDEOS (todos subtitulados):
Getsemaní (impresonante)

Could we start again, please? (El actor del pelo rizado rubio hace de Pedro, y ironía de la vida, buscando información sobre él, resulta que después de esta peli, se pasó al cine porno)

Jesus Christ Superstar

Y si hay curiosidad, la promo de 30 segundos del Musical de Broadway.
http://www.youtube.com/watch?v=wnFAEWlXI4s

Si esta película la hubiera comentado cuando fui a verla al cine cuando la estrenaron lo más seguro es que la hubiera criticado negativamente o ni me hubiera molestado en comentarla. Pero me ha pasado algo muy extraño con ella. La echaron por el plus estos días y decidí ver algunos cachos, eso sí, cambié el audio para verla en V.O. y de repente, me resultó más atractiva de lo que recordaba. No la vi entera, pero me hizo querer escuchar de nuevo el CD del musical con el reparto original, cantado por Sarah Brightman y Michael Crawford y decidí que no sólo quería ver de nuevo la película, sino que la quería tener. Así que como estaba baratita, me la he comprado.

Argumento:
La regencia de la Opera de París cambia de manos, y lo
s nuevos directores se encuentran con que hay un extraño ser, conocido como El Fantasma de la Ópera, que en las sombras controla todo lo que ocurre en el lugar. Cuando la prima donna, La Carlota, se niega a actuar en el teatro debido a un accidente que sufre en un ensayo, Christine Daae, una joven corista, la sustituye. La muchacha ha vivido en la ópera desde que murió su padre cuando era niña, y ha recibido clases de canto de una misteriosa voz, que ella cree que es un ángel que su padre le envió al morir, pero en realidad se trata del Fantasma, un desfigurado genio musical que habita en las catacumbas del teatro. La noche del estreno supone un gran triunfo, y desde el palco, el apuesto Raoul, mecenas del teatro, reconoce a Christine como su antigua compañera de juegos de infancia, y corre a felicitarla. El Fantasma también está entusiasmado con el éxito de Christine, sólo ensombrecido por la nuevas atenciones de Raoul hacia la joven. Esa noche, el fantasma por fin se le aparece a Christine y la conduce a través de oscuros pasadizos a las profundidades del Teatro, donde tiene su guarida. Allí, ella entra en trance seducida por la música que el Fantasma crea. En un tonto impulso, la joven le quita la careta con la que él oculta su rostro, y provoca su ira, jurando que nunca la dejará libre.
La desaparición de Christine provoca un revuelo, y más aun cuando los directores del teatro, La Carlota y Raoul reciben cartas del Fantasma diciéndoles lo que tienen que hacer, con el fin de llevar a la cima la carrera de Christine. Pero los directores se niegan a ceder antes las peticiones de un hombre al que no conocen, desoyen sus misivas, y convencen a La Carlota para que regrese a la Ópera y protagonice la nueva obra, «Il Muto». El día del estreno, el Fantasma provoca el primer accidente en presencia de un público aterrado. Christine conduce a Raoul al tejado del teatro donde cree que podrán esconderse del Fantasma; se juran amor el uno al otro, y ella accede a huir con él. Pero lo que no saben es que el fantasma ha presenciado la escena y declara una guerra abierta a todos ellos.

Se trata de una película musical, para aquellos despistados. Pero es Musical en todo el sentido de la palabra, es decir, no expresan alegría o pena a través de canciones, sino que la trama se desarrolla a través de las canciones. Por lo tanto, me temo que el film no será del gusto de todos.
El musical fue compuesto en 1986 por Andrew Lloyd Webber, autor también de grandes musicales como Jesucristo Superstar o Cats, y la parte de Christine la escribió especialmente para su por aquel entonces esposa, Sarah Brightham, cantante con una voz prodigiosa. Aunque no recibió muy buenas críticas al principio, fue el público el que convirtió la obra en lo que hoy es, es decir, casi un mito. Se trata de la obra más taquillera de la historia del espectáculo, superando a la película de Titanic. Fue tal su éxito que a los pocos años de estrenarse ya se pensó en adaptarla al cine. Webber había visto la película «Jóvenes Ocultos» y le encantó la forma en que Joel Schumacher la había dirigido y había usado la música en ella, y lo eligió como director para trasladar el musical a la gran pantalla. Por supuesto, la protagonista sería Sarah Brightman. Pero debido a un cúmulo de circunstancias, entre ellas la separación de Webber y Brightman, nunca se llevó a cabo. Eso sí, Andrew y Schumacher nunca perdieron el contacto ni se olvidaron del proyecto, hasta que se hizo realidad en 2004. Según he leído es la película independiente más cara de la Historia del Cine.

Sarah Brightman y Michael Crawford ya eran mayorcitos para interpretar a Christine y al Fantasma, y para estos papeles se buscó específicamente rostros poco o nada conocidos en la industria del cine, y además, Andrew Lloyd Webber puso como condición que cada cual debía cantar su parte, es decir, nada de doblaje en las canciones. El papel de Christine recayó en la jovencísima Emmy Rossum, que desde los 7 años había formado parte del Metropolitan de Nueva York y había participado en óperas como «Carmen». Otras actrices que optaban por el papel fueron Keira Knightly, Anne Hathaway y Kate Holmes. Patrick Wilson, actor de Broadway, fue fichado casi sin pensarlo para interpretar a Raoul (fue la elección más fácil). Y el escocés Gerard Butler le pondría medio-rostro (jeje) y voz al Fantasma. Gerard, o Gerry para los amigos, era el único que no tenía experiencia musical, pero su tono rudo y rocoso gustó a Webber, en contraposición con la voz suave de Raoul. Así se apreciaría mejor el contraste entre estos dos personajes. Como no, la elección de los actores estuvo llena de polémica entre los fans del musical, y aun hoy se sigue discutiendo sobre el tema.La obra se basa en la novela de Gaston Leroux, aunque lo más correcto sería decir que se inspira, ya que se transforma un relato casi de terror en una historia de amor con un antihéroe trágico pero romántico, que más que inspirarnos miedo y repulsión, nos produce compasión. Todas las canciones son preciosas, y los dos temas centrales, «Angel of Music» y «The Phantom of The Opera» son tan pegadizos que corres peligro de no dejar de tararearlos. Sin desmerecer otras canciones como «Music of the Night», «Think of Me», «All I ask of You» y mi favorita, «Past the Point Of No Return».

En cuanto a la película, después del rollo que he soltado intentaré no extenderme mucho. En primer lugar, es obligatorio mencionar la fotografía, que es una de las notas fuertes del film; todos los planos están preciosamente iluminados, y explotan al máximo el uso de velas, o al menos el efecto de iluminación de velas. Los decorados y vestuario son impresionantes. Vamos, en estos tres aspectos, el dinero ha estado muy bien empleado. Pasamos a los actores… Emmy Rossum canta muy bien; no es creíble que su personaje coseche semejante éxito y más en una obra operística, porque su voz desde luego no es la de Montserrat Caballé, pero aun así, es tan dulce que no importa. Su interpretación, en cambio, podría haber estado mejor. No es que sea mala, pero le falta chispa; se pasa casi toda la película con cara de pasmada. Pero tiro una lanza a su favor en la escena del climax final, cuando cantan el trío.
Gerard Butler es demasiado guapo para ser el fantasma. ¿Es un problema? Para mí no, al contrario, pero claro, si se supone que nos tiene que provocar repulsión y todo eso, pues entonces si que es un problema. Además que siendo así el fantasma, ¿quién querría irse con Raoul? Sobre su voz no comento nada. Me gustó y ya está, a pesar de sus limitaciones.
Patrick Wilson… pues que también canta muy bien. Al principio, me parecía el típico guaperas pero sin nada interesante que ofrecer (me refiero al personaje). Pero ahora no me disgusta, es jovial y romántico, pero tampoco hay que buscarle mucho más. Los secundarios me parecieron todos más que correctos, desde Minni Driver (La Carlota), que pone un acento italiano la mar de marcado y reconocible, pasando por Miranda Richardson, cuyo papel no es muy largo, hasta los dos directores del teatro, Ciaran Hinds y Simon Callow.
En fin, yo comprendo que esta película no pueda gustar a todos. Unos la encontrarán aburrida por la cantidad de canciones, que además no tienen números de baile pues no pegaría con el tono del musical; otros por no encontrarla terrorífica o esperar una historia de miedo. El caso es que hay que saber qué es lo que se va a ver, porque esto al fin y al cabo es lo que es, un MUSICAL, sin contemplaciones hacia el público no acostumbrado a ellos.

¡Ah, que se me olvidaba! Absteneros de ver la película en castellano, con todas las canciones dobladas. Cantarán todo lo bien que saben los dobladores, pero la ley debería permitir que solo se doblaran los musicales Disney. Si la habéis visto en castellano y no os gustó, intentad darle una segunda oportunidad en versión original. Y si entonces, sigue sin gustaros, pues me callo.

FRASES:
LEFEVRE: Caballeros, buena suerte. Si me necesitan, estaré en Australia.EL FANTASMA: Slowly, gently, night unfurls its splendour. Grasp it, sense it – tremulous and tender. Turn your face away from the garish light of day, turn your thoughts away from cold, unfeeling light – and listen to the music of the night!
(Lenta y delicada, la noche despliega su explendor. Acógelo, siéntelo, trémulo y tierno. Niégale tu mirada a la cegadora luz del día. Aparta tus pensamientos de la vulgar e insensible luz. Y escucha la música de la noche.)

EL FANTASMA:
This loathsome gargoyle, who burns in hell, but secretly yearns for heaven. Secretly… secretly…
(Esta abobinable gárgola que se consume en el infierno pero que en secreto anhela el cielo. En secreto.)

CHRISTINE:
Raoul, I’ve seen him! Can I ever forget that sight? Can I ever escape from that face? So distorted, deformed, it was hardly a face… But his voice filled my spirit with a strange, sweet sound. In that night there was music in my mind… And through music my soul began to soar! And I heard as I’d never heard before.
(Raoul, yo le he visto. ¿Podré olvidar esa visión? ¿De ese rostro podré escapar? Tan desfigurado, deformado que ni rostro llega a ser en esa oscuridad. En cambio, su voz llenó mi alma con extraño y tierno sonido. En esa noche hubo música en mi mente. Y a través de esa música mi alma aprendió a elevarse. La oí como nunca antes.)

EL FANTASMA:
Down once more to the dungeon of my black despair! Down we plunge to the prison of my mind! Down that path into darkness deep as Hell! Why, you ask, was I bound and chained in this cold and dismal place? Not for any mortal sin, but the wickedness of my abhorrent face!
( ¡Una vez más en la mazmorra de mi negra desesperación! ¡Nos zambullimos en la prisión de mi mente! ¡En una oscuridad profunda como el Infierno! ¿Por qué, preguntas, estoy confinado en este frío y funesto lugar? No por pecado sino por la iniquidad de mi horrenda faz!)

CHRISTINE:
Angel of Music, you’ve deceived me. I gave you my mind blindly.
(Angel de la Música, me has engañado. Te di mi mente a ciegas)

VIDEOS:
Primero una de las canciones más famosas, The Phantom of the Opera, con algo antes:

Y mi canción favorita, Past the Point of No Return:

Es una pena porque no están subtituladas, pero a ver si hago un apaño un día de estos y subo algunos videos con subtítulos.Y por último, a la Christine original (Sarah Brightman) en un video de promoción del musical. El Fantasma es Steve Harley. Ochentero total.

Bueno, pues ahora toca la segunda parte de mis musicales favoritos, y no me voy a alargar mucho. Me he dado cuenta que una de las diferencias entre los musicales de ambas partes es que las canciones en los primeros surgen de repente, para dar el debido ambiente musical a la escena. En cambio, los musicales que ahora trato (los dos primeros), las canciones tienen la excusa de que sus protagonistas se dedican al mundo del espectáculo. Me parece que el post va a resultar muy distinto a la parte I, por el tipo de musicales, y no está hecho adrede que justo los de ahora tengan los tres cierta temática gay. Debo aclarar que los musicales del tema anterior son de esos que no me canso de ver una y otra vez. Los que vienen a continuación también me encantan, pero son para verlos en intervalos de tiempo más largo, excepto el primero:

HEDWIG AND THE ANGRY INCH (2001)

Hedwig es un transexual que lidera la banda de rock «The Angry Inch». En su tour por los EE.UU., que coincide con el del famosísimo Tommy Gnosis, Hedwig va relatando su historia, desde que nació en el Berlín del Este como Hansel, pasando por su desastrosa operación de cambio de sexo, hasta llegar al abandono amoroso, el reencuentro del amor, y la amargura que queda después, cuando además intenta triunfar con su música.
Inexplicablemente esta película no ha sido ni estrenada ni editada en España, y es uno de los mejores musicales que existen, en mi humilde opinión. Y no sólo por las canciones, que todas ellas enganchan, sino por la historia, que además de original, te crea empatía hacia el personaje protagonista. El actor protagonista, que es además el creador del original musical off-Broadway, John Cameron Mitchell, está increíble en su papel. Bueno, éste es otro de los musicales con los que he llorado, pero porque somos testigos de la evolución personal y emocional de un personaje, lleno de frustración, rabia, y deseos de amor, y todos esos sentimientos están muy bien plasmados a través de la música. Las canciones son todas vibrantes; ya he oído algunas versiones, como una que hizo Type O Negative de la canción «Angry Inch». Es un musical recomendadísimo, incluso aunque no os llamen los temas de transexuales, porque la película no trata de eso, sino de la pérdida de la inocencia, y de encontrarse a sí mismo a pesar de todas las adversidades de la vida. Además es una peli muy cortita, no llega a la hora y media.
FRASES:

[Después de escuchar cantar «I Will Always Love You» de fondo]
TOMMY: ¿Qué opinas? ¿Crees que el amor dura para siempre?
HEDWIG: No. Pero esa canción si.
TOMMY: No desprecies un single multiplatino.
HEDWIG: ¿Desde cuándo eres el Sr. Comercial?
TOMMY: Ojalá diera yo con esas notas.
HEDWIG: ¡Ha estado cantando esa canción tres días sin parar! … Ahora en serio, Tom. Sí. Pienso que el amor es inmortal.
TOMMY: ¿Cómo es que es inmortal?
HEDWIG: No lo sé, quizá porque el amor crea algo que no estaba antes ahí.
TOMMY: ¿El qué? ¿Como la procreación?
HEDWIG: Sí, pero no sólo eso.
TOMMY: ¿El qué? ¿Como la recreación?
[…]
HEDWIG: Quizás simplemente… creación.

HEDWIG: Damas y caballeros, ¿les gusta mi pellejo? Sed honestos, porque una zorra me paró viniendo hacia aquí. «¿Qué desgraciada y pobre criatura ha tenido que morir para que tú lleves eso?». Mi tía Trudy, le contesté.

HEDWIG: ¿Cómo pudo un chiquillo afeminado del Berlín Este Comunista convertirse en el internacionalmente ignorado compositor que tienen frente a ustedes?

HEDWIG: La carretera es mi hogar, y mi hogar es la carretera. Y cuando pienso en toda la gente que me he encontrado en mis viajes, no puedo evitar pensar en la gente que se ha encontrado conmigo. Tommy, ¿puedes oírme? ¡De esta teta sin leche chupaste todo el negocio que llamamos espectáculo!

HEDWIG: Me expulsaron de la universidad después de exponer una brillante lectura sobre la agresiva influencia de la filosofía alemana en el rock and roll, titulada: «You, Kant, Always Get What You Want».

MADRE: Para ser libre, uno debe dejar una parte de sí mismo.

TOMMY: ¿Has…has aceptado a Jesucristo como tu señor y salvador?
HEDWIG: No, pero… adoro su obra.
TOMMY: No. De lo que nos estaba salvando era de su jodido padre. ¿Qué clase de dios crea a Adán a su imagen y semejanza y saca a Eva de su interior para hacerle compañía? ¿Y les dice que no deben comer del Árbol del Conocimiento? Era tan manipulador… Adán también era así. Pero Eva… Eva sólo quería saber. Dio un mordisco a la manzana, y descubrió lo que era bueno y lo que era malo. Entonces se la dio a Adán, para que él también lo supiera, porque estaban enamorados. Y eso era bueno, supieron entonces. Hedwig… ¿me darás la manzana?

CABARET (1972)

Alemania, años 30. Sally Bowles es una bailarina de cabaret americana que se gana la vida en el Kit Kat Club, y Brian, un profesor de inglés algo ingenuo, acaba de mudarse a su finca. Pronto se hacen amigos, sintiendo atracción el uno por el otro, pero entra en escena Max, un rico playboy, que parece sentir un especial interés por los dos. Las canciones del cabaret simbolizan las situaciones que ocurren en la historia, desde las amorosas, hasta de aspecto político, con la progresiva entrada de los Nazis en todas las esferas sociales.
Todos los números son muy buenos, con increíble puesta en escena (es el precedente de cosas tipo «Chicago»), pero además la historia en su contexto histórico es muy interesante, y sin dramatismo. Cada personaje tiene una personalidad bien dibujada, y los diálogos son muy sueltos e ingeniosos a veces.

FRASES:

MAESTRO DE CEREMONIAS: Afuera hace frío, pero aquí dentro hace tanto calor. Todas las noches mantenemos una batalla con las chicas para que no se quiten la ropa. Así que, no se marchen. ¿Quién sabe? Esta noche puede que perdamos la batalla.

SALLY: El otro día vi una película sobre la sífilis. ¡Uagh! Era horrible. No podría dejar que un hombre me tocara en una semana. ¿Es cierto que te puedes contagiar por besar?
FRITZ: Oh, si. Y tu rey, Enrique VIII, se contagió del Cardenal Woolsey por susurrarle al oído.
NATALIA: Eso no es, creo, cierto. Pero por besar, muy seguro, y por las toallas, y por los vasos.
SALLY: Y desde luego por follar.
NATALIA: ¿Follar?
SALLY: Oh, ya… (pensando) fornicación.
NATALIA: ¿For-ni-ca-ción?
SALLY: Oh, Bri, querido, ¿cuál es la palabra en alemán?
BRIAN (despistado): Creo que no me acuerdo…
SALLY: ¡Oh, si!
BRIAN: ¡Oh, no!
SALLY: ¡BUMSEN!
NATALIA (consternada): ¡Oh!
BRIAN: Esa es la única palabra que pronuncias perfectamente.
SALLY: Bien, debo hacerlo. Me pasé toda la tarde bumseniando como loca con ese horrendo productor que me prometió conseguirme un contrato. [pausa] ¿Ginebra, Srta. Landauer?

MAX (sobre los Nazis): Déjales que se deshagan de los comunistas. Después nosotros podremos controlarles.
BRIAN: Pero, ¿exactamente quién?
MAX: Alemania, por supuesto.

MAESTRO DE CEREMONIAS: Berlín hace extraños compañeros de cama estos días.

THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW (1975)

Brad y Janet, una pareja de novios, se quedan tirados en la carretera en una noche lluviosa. Acuden a la casa más próxima para pedir ayuda, que resulta ser el castillo del Dr. Frank-N-Furter, un travesti que está celebrando una fiesta, pues está a punto de dar vida a su creación, Rocky, el hombre perfecto.
Película rara donde las haya, te hace reír y querer mover el esqueleto desde el principio. Parece que me repito, pero de nuevo, las canciones también son todas muy chulas, además de divertidas. Es una película muy cachonda, para empezar, la historia la cuenta un criminólogo. Ningún friky que se precie puede considerarse como tal si no la ha visto. Y yo no me considero friky, que conste.

FRASES:

JANET: ¿Qué le ha hecho a Brad?
FRANK: Nada. ¿Por qué? ¿Crees que debería?

FRANK: Bien, Brad y Janet, ¿qué os parece? (refiriéndose a Rocky)
JANET: Bueno, no me gustan los hombres con demasiado músculo.
FRANK: ¡No lo he creado para ti!

MAGENTA: ¡No he pedido nada!
FRANK: Y lo recibirás, ¡en abundancia!

FRANK: No sueñes, hazlo.

JANET: ¡Si al menos estuviéramos entre amigos… o personas cuerdas!

Y bueno, con esto termino con los musicales. Me he dejado muchos en el tintero, que pensaba comentar, como «Victor o Victoria«, «South Park» (la película), y «el Violinista en el tejado«, muy recomendados también; los dos primeros son comedia, y este último tiene un poco de todo, con el gran Topol. Y otros más famosos, como «Grease«, «Sonrisas y Lágrimas«, «Siete Novias para Siete Hermanos«, que me gustaban cuando era pequeña, y que para la mayoría son los más conocidos. Pero esto tenía pinta de hacerse interminable, así que corto aquí, con la esperanza de que se sigan haciendo películas musicales, y de descubrir algunas joyas para mí desconocidas.

El otro día me regalaron, entre otras cosas el DVD de West Side Story, y echando un vistazo a los contenidos extras, y a partes de la película (canciones sobretodo), me he dado cuenta de lo mucho que me gustan los musicales. No es ninguna sorpresa para quien me conozca; un anzuelo para hacerme ver una película es decirme que tiene algún número musical, entonces seguro que le echo un vistazo. Si el cine ya te hace evadirte de la realidad, para mí una película musical lo hace el doble, sobretodo aquellas que me gustan mucho; me quedo emparrada y sin darme cuenta se me dibuja una sonrisa tonta en la cara. Pero no me gustan todos los musicales; puede sonar algo raro, pero las películas de Fred Astaire nunca me han llegado, y eso que el hombre bailaba de maravilla, pero a mí me tiene que transmitir más, y como actor no era ningún as. Sobre el otro «rey» del baile en los 50, Gene Kelly, soy más benévola, simplemente porque «Cantando bajo la lluvia» es mi película favorita de todos los tiempos, junto con otra no musical, que ahora no viene al caso. El papel de Don Lockwood le venía como anillo al dedo; en otros papeles ya no me ha gustado, no le encuentro natural al actuar, pero bailando era un prodigio.
Pues bien, el tema de mi actualización de hoy es «mis películas musicales favoritas». No he visto todos los musicales que hay, así que la lista es totalmente subjetiva. Intentaré ser breve.
Empezaré por la que considero una obra maestra (aunque no la única):

CANTANDO BAJO LA LLUVIA (1952)

Don Lockwood y Lina Lamont son las dos estrellas de moda del cine mudo que, por su química, siempre hacen películas juntos aunque él a ella no la soporta. El cine sonoro es el futuro, así que tanto los estudios como sus actores se preparan para adaptarse a las nuevas tecnologías; lo malo es que Lina, a parte de tonta, tiene una voz estridente y horrible, y a ambos les cuesta cambiar sus técnicas interpretativas que ya no quedan bien con la llegada del sonido. En la vida de Don aparece Kathy Seldem, una aspirante actriz, de la que se enamora, justo en el momento en que su carrera cinematográfica está al borde del fracaso. Se trata de cine dentro del cine, con los problemas técnicos que realmente se sufrían en la época del cambio del cine mudo al sonoro, y con las situaciones cómicas que generaban. Todo aderezado con unas canciones muy animadas; algunas pueden parecer largas (a mí solo 1 y no es el ballet), muy bien coreografiadas, y unos diálogos divertidísimos. Las escenas del rodaje, y del pre-estreno son la monda. Y como no, cuenta con el número musical más famoso de todos los tiempos, el que da título a la película, que simboliza con toda la alegría y energía del mundo lo que es estar enamorado. Un 10 sobre 10.
Estoy deseando comprarme el DVD de dos discos, el CD ya lo tengo en mi poder desde hace tiempo, con canciones inéditas y una explicación detallada del proceso de creación de la película. Para ser un guión original, y encima una película musical, les salió redondo.
Como curiosidad, la prota de la peli, Debbie Reynold, que contaba solo 19 años cuando rodó la película, es la madre en la vida real de la Princesa Leia, es decir, de Carrie Fisher.

FRASES:

KATHY: No voy mucho al cine. Cuando has visto una película, las has visto todas… Oh, no se ofenda. El cine es bastante entretenido para la mayoría, pero los personajes de la pantalla no me impresionan. Es decir, no hablan. No actúan. Solo hacen mimo…

R.F: ¡Será sensacional! «Lamont y Lockwood: ¡hablan!»
LINA: ¡Pues claro que hablamos! ¿No lo hace todo el mundo?

LINA: ¿Qué se creen que soy? ¿Tonta o algo? Pues… por algo soy más famosa que… que Cristóbal y Colón… ¡Los dos juntos!

ESPECTADOR: ¿Han pagado a alguien por escribir este guión?

ROD: Lina, usted es una mujer hermosa. Los espectadores creen que su voz también lo es. El estudio deber evitar que sus estrellas hagan el ridículo a cualquier precio.
COSMO: Nadie tiene tanto dinero.

[Después de una demostración de una película sonora]
R. F.: ¿Qué opinas de esto, Dexter?
ROSCO: No tendrá futuro
COSMO: Lo mismo dijeron del coche sin caballos.

WEST SIDE STORY (1961)

Esta versión musical de Romeo y Julieta es otra obra maestra del cine. A los que no les guste el género, puede que les resulte difícil de ver e incluso algo cómica, pues prácticamente toda la película está coreografiada, incluso las peleas.
La clásica historia shakesperiana se traslada al Nueva York de finales de los 50, en la lucha de dos bandas: los Jets, norteamericanos y los Sharks (o Tiburones), que son inmigrantes puerto-riqueños. Tony, antiguo integrante de los Jets, ahora reformado, se enamora en un baile de María, la hermana de Bernardo, el jefe de los Sharks. Esperando que su amor sobrepase las barreras del racismo y la intolerancia, lo que provoca en realidad es una excusa perfecta para que las dos bandas vuelvan a las peleas para reclamar su dominio sobre las calles.
¿Por dónde empezar? En primer lugar, las música, compuesta por Leonard Bernstein, es memorable, y todas las canciones sin excepción son preciosas. Los números musicales
se basan en la danza contemporánea, con lo que se desmarcan de las antiguas coreografías que habían dominado hasta entonces en Hollywood. A través del baile se manifiestan toda clase de sentimientos, desde, por supuesto el amor, hasta euforia, violencia, tragedia, rabia, humor… pues los personajes se expresan muchas veces con el baile, por ello para algunos espectadores la película puede no gustar.
Los decorados y el juego de luces le dan una atmósfera única. Y por último, me había propuesto ser breve, la película consigue un excelente resultado al contar un drama a través del género musical, con tal intensidad, que algunas escenas te ponen la piel de gallina.
A destacar la actuación de Rita Moreno como Anita, el personaje con más gancho de la historia, que aun siendo secundaria, roba todas las escenas en las que aparece.


FRASES:

TONY: No me confundirás con otro.
MARIA: No. Sé que eres tú.
TONY: ¿O creerás que nos hemos visto antes?
MARIA: No. Sé que nunca nos hemos visto.
TONY: Lo presentía. Sabía que algo maravilloso tenía que ocurrir, y ha ocurrido… más maravilloso de lo que soñé.
MARIA: Tengo las manos frías (se cogen de las manos). Las tuyas también. (le toca el rostro) Qué mejilla tan tibia.
TONY (toca el rostro de María): Qué hermosa.
MARIA: ¿Hermosa?
TONY: Tanto que cuesta creerlo. ¿No estarás bromeando?
MARIA: Aun no he aprendido a bromear con esto. Y creo que nunca lo haré.

ANITA: Aquí las chicas pueden divertirse. Ella está en Norte América ahora.
BERNARDO: Puerto Rico está en Norte América ahora.
ANITA: A veces no sé qué es más cerrado, si tu acento o tú.

ANITA: Ella sólo bailaba.
BERNARDO: Con un norteamericano. En realidad, un polaco.
ANITA (en tono burlón): Emigrante, como tú.

DOC: ¿Es que nunca seréis razonables? Hacéis de este mundo una basura.
ACCION: No lo hemos hecho nosotros.

HAIR (1979)

Mi tercer musical favorito es éste protagonizado por hippies, y dirigido por Milos Forman. Estamos en los 60, y Claude, un joven de pueblo, se marcha a Nueva York para alistarse en el ejército y servir a su país en Vietnam. En Central Park, conoce a un grupo de hippies, liderados por el carismático Berger, con quienes convive durante unos días siendo testigo de la filosofía hippie del amor libre, la no-violencia, y las drogas alucinógenas, todos ellos contrarios a la guerra. Sus nuevos amigos le ayudan a conocer a Sheila, una chica de la alta sociedad, de la que se ha prendado, lo que les conllevará algunos problemas.
En su tiempo, cuando se representó en teatro (a finales de los 60), no en cine, fue bastante controvertido. Hoy en día, la película no escandalizará a nadie, aunque nunca se sabe, hay algún que otro número bastante rallante, por el efecto del ácido en los personajes. Cuando lo vi por primera vez sólo conocía la canción de «Aquarius», que por cierto, en la película es la primera y el número es de lo mejor de la peli. Pero prácticamente todas las canciones son muy buenas, igual que
los números, aunque llaman más la atención aquellos en los que participan muchos extras, como el ya mencionado de «Aquarius», «Ain’t got no» (canción ahora famosa por un anuncio), «I got live», «Hair». Algunos números son muy divertidos, y otros más sicodélicos, y místicos. Algunas canciones contienen mensajes de denuncia contra el racismo y la guerra, y otras simplemente son reflejo de esa cultura hippie, bastante idealizada, todo hay que decirlo.
Aunque a primera vista parece que la película sea todo «viva la vida», no impide que se pueda soltar alguna lagrimilla (ejem).
Por cierto, el hippie protagonista es Treat Williams, que encandila de veras. Quien lo ha visto y quien lo ve; hace poco creo que hacía de protagonista en la serie Everwood.


FRASES:

PSICOANALISTA: ¿Y los hombres?
WOOF: ¿Qué quiere decir?
PSICOANALISTA: ¿Siente atracción sexual hacia los hombres?
WOOD: ¿Se refiere a si soy homosexual o algo así?
PSICOANALISTA: Si.
WOOD: Bueno, no echaría a Mick Jagger de mi cama, pero no, no soy homosexual.

HIPPY: ¡La llamada a reclutamiento es de gente blanca enviado a gente negra a luchar contra gente amarilla para defender la tierra que les robaron a la gente roja!

GIGI (1958)

Paris, 1900. Gigi es una adolescente que vive con su abuela de forma más o menos humilde. Mantienen una amistad con Gaston, un hombre de la alta sociedad aburrido de su entorno y de su placentera vida, que se divierte más con ellas que en cualquier fiesta de altos vuelos. La tía abuela de Gigi, que fue una gran cortesana en sus tiempos mozos, le da clases de etiqueta cada semana, con miras a que el futuro de Gigi sea el mismo que el de ella. Cuando las atenciones de Gaston hacia Gigi se hacen más evidentes, todas se ponen en marcha para hacer que él sea el «protector» de la joven.

En cierta manera es un musical atípico, porque no hay números de baile ni coreografías espectaculares. Dicho así, parece que la película vaya a ser aburrida, pero las letras de las canciones son tan divertidas, la música es tan buena, y la puesta en escena de las escenas musicales tan elegante, que no importa. Aquí los actores simplemente cantan como parte del guión, así que el baile no es necesario. La película en general es muy divertida; los decorados están muy trabajados, y la iluminación es perfecta en cada escena (como en el número de «Gigi» por ejemplo).
El musical está basado en una obra de la escritora francesa, Colette, que me resulta imposible de conseguir aquí. Debe ser muy interesante leerlo, pues no será tan sutil como la película respecto al tema de las cortesanas de lujo.

FRASES:

HONORE: Buenas tardes. Como veréis, esta encantadora ciudad es Paris, y este encantador parque es por supuesto el Bois de Boulogne. ¿Quién soy yo? Bien, permitidme que me presente: Soy Honore Lachaulle. Nacido: en Paris. Cuando: (se ríe) recientemente no. Estamos en 1900, así que dejémoslo en que no fue en este siglo. Posición: Confortable. Profesión: Amante, y coleccionista de cosas hermosas. Pero no antigüedades, sino cosas más jóvenes. (mira pasar a un par de ancianas) Si, definitivamente más jóvenes. ¿Casado? ¿Para qué?

HONORE: Esta historia trata de una niña. Podría ser cualquiera de esta niñas que aquí juegan. Pero no. Se trata de una en particular. Su nombre es Gigi.

TÍA ALICIA: Los malos modales en la mesa, querida Gigi, han roto más hogares que la infidelidad.

TÍA ALICIA: No tenemos prohibido el matrimonio, pero en lugar de casarnos al principio, ocurre que a veces nos casamos al final.

HONORE: Te voy a explicar lo de la villa azul, Mamita. Estaba tan enamorado de ti que quería casarme contigo. Si, es verdad. Estaba empezando a pensar en el matrimonio. Imagínate: ¡Matrimonio, yo! Oh no, estaba realmente desesperado. Tenía que hacer algo, y lo que hice fue lo de la soprano.
MADAME ALVAREZ (irónicamente): Gracias, Honore. Esa ha sido la más encantadora excusa por infidelidad que he oído nunca.

TIA ALICIA: Liane d’Exelmans ha cometido suicidio… otra vez.

(después de una lección sobre selección de puros y reconocimiento de joyas)
TIA ALICIA: El amor, querida Gigi, es un objeto de belleza como una obra de arte, y como obra de arte es creado por artistas. Cuanto más grande el artista más grande es el arte. ¿Y qué crea un artista?
GIGI: ¿Puros y joyas?
TIA ALICIA: Gigi, eres de otro planeta.